Muchos muros antiguos deben su pintoresco carácter vintage al crecimiento de helechos, musgos y otras plantas. Dan vida a las piedras muertas, porque donde crecen las plantas también les gusta instalarse a los animales.

Para algunas especies, como la ruda de los muros (Asplenium ruta-muraria) que presentamos aquí, son incluso importantes biotopos. Sin nuestras construcciones, no habría podido extenderse tan lejos. Por cierto, esto también se aplica a otras plantas, como la cimbalaria.
El Asplenium ruta-muraria sólo alcanza unos 15 centímetros de altura y mantiene sus frondas incluso en invierno. Pertenece a la familia Aspleniaceae y está estrechamente emparentado con el helecho nido de ave, popular como planta de interior, y la lengua cervina, originaria de España.
El área de distribución de este helecho incluye Asia templada y tropical, es nativo de la mayoría de los países europeos y también de algunas regiones norteamericanas.
Se desarrolla mejor en lugares soleados o semisombreados. Los muros viejos con muchas grietas y juntas por donde puedan extenderse las raíces son ideales.
